Ese sentimiento de domingo al atardecer, no sé ni siquiera como
describirlo. Es como cuando esperas el fin de semana con ansias locas, pero al
final del mismo no ocurre nada extraordinario y estás ahí, solo en tu cuarto
con tantos pensamientos en tu cabeza, esperando lo que no va a suceder.
Por otro lado, también se podría describir como ese fracaso de soltero,
cuando te dices: domingo 6:00 p. m. y no
tengo quién me llame o con quien
arrucharme a ver una película. De nuevo, te encuentras en tu cuarto solo
gastando el tiempo pasando canales en del televisión.
Es como ese vacío, ya limpiaste el apartamento, preparaste algo de comer,
organizaste todo para el día de mañana y al final no tienes nada que hacer y te
encuentras solo un domingo en casa, miles de pensamientos empiezan a aflorar en
tu mente, lo que no dijiste y te arrepientes de no haberlo hecho, o lo estúpido
que fuiste el viernes en la noche en aquel bar, o la semana tan pesada que te
espera, también podrías empezar a recordar personas del pasado o empiezas a
justificar tu existencia. Es ese sentimiento de melancolía, imposible de
explicar.
Pensé que teniendo mi pareja ese
sentimiento de domingos por la tarde desaparecería, pero no aún sigue allí con
menos vigor, pero aún sigue. Supongo, que en algún momento debemos de tener
esos instantes con nosotros mismos, esos minutos donde nos sentimos nostálgicos
y no tenemos nuestra mente ocupada, es ahí donde analizamos tantos factores de
nuestras vidas que a veces dejamos pasar por desapercibidos simplemente porque
estamos ocupando nuestra mente en sobrevivir para vivir.
Es un poco gracioso, sentía este sentimiento en Colombia y también aquí
en Australia, ese sentimiento indescriptible de domingo en la tarde.